sábado, 2 de febrero de 2008

Las Huérfanas de Cañada Umbría 1


HISTORIA DE TRES ELFAS DE LA NOCHE

LAS HUÉRFANAS DE CAÑADA UMBRÍA


Capítulo 1


La llegada del maestro




Cañada Umbría, cuna de los elfos de la noche. El atardecer está en el punto exacto en que el color del bosque es un rico mosaico de colores. Por el camino se acerca un anciano elfo apoyado en su bastón. Su pesado caminar se detiene a unos pocos pasos de Sindellah, guardiana de la localidad.

- ¡Saludos Oreön! Cuanto tiempo sin verte por estos lugares maestro druida... ¿Ha sido provechoso tu viaje?

Antes de que el viejo druida pueda contestar numerosos habitantes de Cañada que le habían habían visto llegar se acercan a saludarle. Los inocentes pequeños rebuscan en sus alforjas, descubriendo los más diversos y extraños objetos: hierbas, objetos mágicos, libros... recopilados de todos los rincones de Azeroth, en uno más de los viajes de este azaroso druida.

- Tranquilos hijos míos, tranquilos... Habrá tiempo para enseñaros todo lo que he traído. Sindellah, querida mía... este pobre [i]anciano necesita descansar un poco.[/i]

- Niños... dejad tranquilo a Oreön, ya habrá tiempo de jugar después. ¡Volved a casa! ¿No queréis que venga Oreja Cortada y os lleve para siempre, verdad?

Los chiquillos corrieron enseguida a refugio de sus madres. Apoyándose en Sindellah, el viejo maestro logró llegar a un tronco junto a una hoguera y ambos se sentaron al calor del fuego.

- ¿Aún se siguen atemorizando con esa historia? - Oreön sonríe sin muestras de estar alegre.

- Es algo que debe tenerse en cuenta. El bosque es peligroso y los tiempos que corren tampoco ofrecen ninguna garantía.

- Lo sé. Créeme, lo sé. - Oreön pone su mano en la parte lateral de su cuello, dejando entrever viejas cicatrices. - La he visto. Nuestra amada Kassindra es ahora una noble druida.

Sindellah asintió con respeto, no sin cierta preocupación. Tras un breve silencio, Sindellah se levanta y tiende su brazo al anciano para que se apoye.

- ¿Nos acompañas en la cena maestro?



Todo estaba preparado. Las familias de elfos de la noche de Cañada Umbría celebraban la entrada del otoño con una gran cena al aire libre. Un gran tronco servía de mesa y otros más pequeños en los laterales de asientos. Todo estaba dispuesto. La llegada del anciano y la guardiana hizo a todos levantarse con respeto. Una vez tomaron asiento, prosiguió la fiesta.

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